Escrito por Maricarmen García Ibáñez
En otro tiempo, un niño era la representación de la inocencia, la ternura, la inexperiencia y muchos otros conceptos ligados a la belleza de un corazón puro y carente de malicia. Sin embargo, desde el principio de los tiempos, no todos los niños han encajado en esta descripción. Hoy en día, la infancia como sinónimo de suavidad y terneza es cada vez menos aceptable, ya que los niños son crueles ya no sólo con sus compañeros de la escuela; también, se han convertido en ladrones, drogadictos, violadores y hasta asesinos.
Es justo en estos tiempos cuando se da importancia al bullyng (maltrato psicológico, físico y verbal en las escuelas), se reconoce su existencia en las escuelas mexicanas y se trabaja por hacer algo para evitar que siga ocurriendo, ya que está más incontrolable que nunca.
“Me llevo a uno de los niños para que me respeten”, decían las señoras, hace más de 30 años, antes de salir a la calle. Sabían que los delincuentes no se atreverían a hacerles daño si llevaban de la mano a un angelito de Dios. Ahora es al revés; los padres temen salir con sus niños a la calle, debido a que saben que si son atacados por algún maleante, no sólo les quitarán su dinero sino también a sus hijos. Por eso, prefieren pasear con ellos encerrados entre las paredes de una plaza comercial, donde están más seguros que en un jardín público.
En esta época, los niños no son angelitos de Dios. Son verdugos de sus compañeros de clase y, lo que es peor, son integrantes de bandas de secuestradores.
Hay quienes piensan que los niños son violentos gracias a las caricaturas y videojuegos con que se divierten por las tardes. No comparto esa opinión, ya que hay niños que saben diferenciar entre los juegos y programas de televisión y la vida real. Se divierten, como es natural para su edad, con lo que está de moda pero son perfectamente normales.
Esta situación está muy lejos de resolverse, debido a que si los niños perversos de otras épocas lograban sus propósitos con facilidad, ahora lo harán de modo mucho más accesible. Ahora que cuentan con el desmedido abastecimiento de información por parte del internet y las redes sociales ponen en sus manos la vida íntima de sus víctimas, los niños dejarán de ser niños muy pronto. La inocencia se convertirá en característica exclusiva de las bestias.
Entonces, si la mayoría de los niños no cumple con los requisitos necesarios para ser niños, el 30 de abril se ha convertido en una fecha comercial más. Igual que la Navidad, es una fecha que sirve para que los juguetes suban de precio y las dulcerías y restaurantes de comida rápida, como hamburguesas y papas a la francesa, vendan mucho.
Para que los niños se comporten como deberían hacerlo, es necesario tomar algunas providencias, como no abandonar la responsabilidad de su formación en las manos de sus maestros. A la escuela, van a adquirir conocimientos y herramientas para su desarrollo académico. La educación debe venir de su casa. Tampoco la televisión ni el internet deben meterse en la formación de los niños. Recordemos que los infantes tarde o temprano serán adultos. Si no nos ocupamos de ellos cuando es el tiempo de inculcarles valores y buenas costumbres, ¿qué futuro les esperará cuando crezcan?
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